lunes, 21 de octubre de 2013

Magia en las palabras


De seguro conocen la historia de Ali Baba y los cuarenta ladrones; Ali Baba era un humilde campesino quien tuvo la oportunidad de estar en el lugar y momento indicado cuando una cofradía de malhechores llegaba a su escondite secreto, sitio donde guardaban el botín de sus robos y asaltos, y pudo observar, oculto y aterrado por estos bandoleros, como el líder se paraba frente al pie de una enorme montaña y gritó las palabras “ÁBRETE SÉSAMO” y de inmediato una enorme roca comenzó a desprenderse de la montaña mostrando la entrada a una oscura cueva. Así tuvo Alí Baba acceso a una inmensa fortuna e inimaginables riquezas.

Según El Pequeño Larousse, ABRACADABRA es una palabra que utilizan los ilusionistas y magos para acentuar el clímax de su actuación y los brujos de los cuentos (como parte de un conjuro). Es un concepto que representa fantásticos poderes mágicos.

Es regocijante saber que nuestra cultura también posee  trascendentales palabras y frases con la capacidad ilusionante de abrir inmensas e imponentes puertas, sin mencionar los grandes e inimaginables deseos que conceden ciertos términos sagrados existentes en nuestro idioma. Lo interesante del caso es que toda la comunidad, sin importar clase social, color de piel, inclinaciones políticas, credo y religión tienen la accesibilidad y libertad de utilizar estos eficaces artilugios.

Por ejemplo, varios criptogramas, descubiertos hace miles de años y que en muy escasas ocasiones son utilizados, aún a sabiendas de que el sólo articularlos pone en nuestras manos casi todo lo que deseamos, sea grande o pequeño, en una situación particular y muchas veces apremiante son los siguientes:

P-O-R-F-A-V-O-R, palabra castellana y tiene el poder mágico de abrirnos las más complicadas y prefabricadas cerraduras.

G-R-A-C-I-A-S, este concepto en particular es un conjuro utilizado por grandes maestros de las buenas costumbres, va dirigido directamente a los sentimientos de las demás personas, literalmente podrás conquistar a prácticamente todo el que te rodea.

S-A-L-U-D-O-S, término que su principal característica es la de “llave maestra”, una mágica forma de enlace místico con los seres humanos. Con la simple evocación de esta palabra una fuerte energía de salud y vida se derrama sobre la persona a la cual vaya dirigida.   

P-E-R-D-Ó-N, artilugio que desprende de sí una radiante luz de altruismo y misericordia, renunciar a obtener venganza por una ofensa recibida es una de las acciones de gracia y magnanimidad que más nos acerca a la semejanza divina. Otorgar esta mágica palabra hacia una persona que nos haya faltado es el mayor ejemplo de humanidad que podemos mostrar.

D-I-S-C-U-L-P-A, es una palabra cargada de humildad y deseos nobles de mantener los más básicos principios de convivencia humana. Entereza, madurez y gallardía son valores que siempre acompañarán a toda persona que se valga de este término.

H-O-L-A, es una interjección en español usada como salutación familiar, es decir que no solo demuestra educación y ética, también nos facilita el acercamiento hacia todos aquellos que sea pronunciada.

A-D-I-Ó-S, H-A-S-T-A-P-R-O-N-T-O; pocas veces las despedidas son agradables, pero cuando son inevitables, dejar tras tu partida una expresión ceremonial que de a las personas que la reciben una agradable sensación de tranquilidad, no tiene precio.

Esas ya mencionadas y otras palabras mágicas que posee nuestra fantástica y rica lengua y que han sido heredadas por nuestros místicos ancestros, son expresiones que nos corresponde el deber de transferir a las generaciones encargadas de suplantar la nuestra.

Hay muchas más, se los aseguro. Los invito a conocerlas, aplicarlas y descubrir su enorme poder.
  



Rafael Henríquez.

@jcrhenriquez

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