Te encuentro en mis pupilas, latente y deliciosa, pero tu figura se desvanece tras el roce de mis labios en tu cuerpo. Llegas de repente y me brindas estremecedoras caricias que se escapan con tu silueta en la madrugada.
Te viertes en mis sollozos cuando notas que extraño tu piel, pero como agua te filtras entre mis dedos, dejando con tu partida un agridulce sabor que ahoga mis gemidos calcados en tu espalda.
Mis lisonjas te pertenecen, mas, prefieres prestados mis besos para devolverlos agotados, evadiendo el compromiso de ser su salvaguarda. Huyes al saciar tu sed, dejando mi alma desierta.
Suspiros fugases le obsequias a mi esencia, cuando mía y a mis antojos te pretende mi existencia.
Usas mis manos de a ratos, por momentos te llenas de mi pasión, y sin advertencia te disipas como el
trago de vida que me ofrecen tus mimos. Dilapidas mis lujurias cada vez que te evaporas de mi cama, aún ardiente por el paso efímero de tus brazas.
trago de vida que me ofrecen tus mimos. Dilapidas mis lujurias cada vez que te evaporas de mi cama, aún ardiente por el paso efímero de tus brazas.
Te posas en mi boca como un haz de luz que se escurre por la ventana, y sin mediar te escabulles justo después que mis lamidos alivian tus heridas. Te respiro en mi codicia, pero de repente te esfumas llevándote tus lubricidades.
Excelente!
ResponderBorrarEstas líneas causan lo mismo que cuando escuchas una canción de esas que sientes que te pegan, leerlas pone a vibrar la piel.
Es un orgullo y honor leerte.
Gracias mil, regocija saber que mis letras despiertan recuerdos como el que describes. Besos...
BorrarQuien no se endulza el corazón con miel de estas líneas no tiene hiel... Sigue así mi hermano, esperó seguir deleitandome con tu poesía y haga que lo suspiros al leerlos no sean fugases y que traspasen el alma como ahora. Besos.
ResponderBorrarTu comentario le impregna a uno esas ganas de nunca parar de escribir. Gracias por el apoyo que siempre le brindas a este servidor. Un abrazote.
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