miércoles, 28 de septiembre de 2016

"Turismo para todos". ¿O es solo para algunos?

Escrito por Lcda. Berny Dicló.

La Organización Mundial del Turismo define el ejercicio del turismo como los viajes y estancias que realizan las personas en lugares distintos a su entorno habitual en un tiempo de al menos una noche y como máximo 365 días, por ocio, negocio u otras motivaciones.
Para quien les escribe el turismo en sin duda alguna el mejor medio para la expansión de las culturas, pues motivados por razones que van desde la salud hasta el simple descanso, millones de turistas se trasladan a diario desde su domicilio a cualquier punto aislado del mismo.


En un comunicado de prensa de la OMT de fecha 18 de enero 2016, establecen  que el sector turismo obtuvo un crecimiento del 5% para el 2015 en las regiones de Europa, Las Américas, Asia y el Pacífico. En Oriente Medio las llegadas se incrementaron en un 3%. De su lado África, fue la nota discordante, tuvo un descenso estimado del 3%.

Desde 1980 la OMT ha declarado el 27 de septiembre como Día Mundial del Turismo y año tras año dedica ese día a temas en pro del avance de tan importante práctica, en este año el lema reza “Turismo para todos. Promover la accesibilidad universal”, y me surge la interrogante; ¿Estamos incluyendo o excluyendo a individuos de condiciones o situaciones especiales en el sector turismo?
El tema busca concientizar a los proveedores y consumidores turísticos de que una persona con discapacidad, edad avanzada o de familia numerosa no tiene porque ser excluido del disfrute y práctica del turismo.

En la nota descriptiva no. 352 de diciembre 2015, la Organización Mundial de la Salud establece que un equivalente al 15 %, o dicho mejor, más de mil millones de personas de la población del mundo padece alguna discapacidad y que entre 110 millones (2,2 %) y 190 millones (3,8 %) de las personas mayores de 15 años tienen algunas dificultades considerables para el funcionamiento de sus habilidades motoras.

También la OMS en su artículo Envejecimiento y ciclo de vida considera que desde el año 2000 y hasta el 2050 la población del planeta con edades mayores a los 60 años se duplicará, pasando del 11 % actual a un 22 %.

Pero hablemos de cifras turísticas, en el caso de la República Dominicana, la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), en su boletín estadístico no. 168 de junio de 2016, muestra que los visitantes extranjeros de 50 años en adelante ocupan el segundo lugar en visitas al país, con un total de 739,942 en el 2015 y 886,416 hasta junio de este año, solo superados por los visitantes de edades entre 21 y 35 años que el 2015 fueron un total de 926,924 y para junio de este año las entradas al país ascienden a 911,173.

Pero en dicho boletín no se muestran gráficos destinados al número de habitaciones que cuenta el país para esos visitantes de la tercera edad, tampoco se obtienen las políticas hoteleras aplicadas al momento de ubicar las habitaciones de estos importantes consumidores que por su edad deben estar en las plantas bajas de las instalaciones de hoteles del mundo.

No se encuentran contabilizados el número de rampas para personas con sillas de ruedas, las habitaciones para esos individuos con alguna condición especial y es cada vez menor el número de habitaciones disponibles para ocupaciones de más de cuatro personas (entre adultos y niños), en los hoteles del país.

Estos detalles dejan en claro que el sector turismo se hace de la vista gorda frente a los consumidores que, por su condición, representan modificaciones y mejoras en el formato del servicio.


Equipar una habitación en categoría familiar para seis personas representa la venta de una habitación menos en el inventario de cualquier hotel, pero para dicha familia es la posibilidad de disfrutar unas vacaciones a costos menores. Establecer políticas que obliguen al personal del hotel a solicitar las edades de los clientes y preguntar si tienen alguna discapacidad, con el fin de ubicarles en la distancia adecuada de la recepción y el piso indicado, representa una gestión más larga en la venta de habitaciones, pero asegura a estos consumidores que su estancia será más placentera.


La industria hotelera y del turismo en sentido general debe orientarse a incluir todas las masas, no ha excluir a aquellos que le exigen mejores infraestructuras y condiciones más flexibles de compra, pues al final todos necesitamos ese tiempo de ocio, deseamos conocer otras culturas, saborear las diversas y exquisitas gastronomías del mundo, incluirnos en el mundo laboral o viajar para mantener nuestra salud. En cualquiera de los casos entramos en el rango de turistas y sin importar razas, edad o ideologías las opciones a elegir deben tener la misma calidad para todos.




Corrección: @jcrhenriquez


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