Para quien les escribe el turismo en sin duda alguna
el mejor medio para la expansión de las culturas, pues motivados por razones
que van desde la salud hasta el simple descanso, millones de turistas se
trasladan a diario desde su domicilio a cualquier punto aislado del mismo.
En un comunicado de prensa de la OMT de fecha 18 de enero 2016,
establecen que el sector turismo obtuvo
un crecimiento del 5% para el 2015 en las regiones de Europa, Las Américas,
Asia y el Pacífico. En Oriente Medio las llegadas se incrementaron en un 3%. De
su lado África, fue la nota discordante, tuvo un descenso estimado del 3%.
Desde 1980 la
OMT ha declarado el 27 de septiembre como Día Mundial del
Turismo y año tras año dedica ese día a temas en pro del avance de tan
importante práctica, en este año el lema reza “Turismo para todos. Promover la
accesibilidad universal”, y me surge la interrogante; ¿Estamos incluyendo o
excluyendo a individuos de condiciones o situaciones especiales en el sector
turismo?
El tema busca concientizar a los proveedores y
consumidores turísticos de que una persona con discapacidad, edad avanzada o de
familia numerosa no tiene porque ser excluido del disfrute y práctica del
turismo.
En la nota descriptiva no. 352 de diciembre 2015, la Organización Mundial
de la Salud
establece que un equivalente al 15 %, o dicho mejor, más de mil millones de
personas de la población del mundo padece alguna discapacidad y que entre 110
millones (2,2 %) y 190 millones (3,8 %) de las personas mayores de 15 años
tienen algunas dificultades considerables para el funcionamiento de sus
habilidades motoras.
También la
OMS en su artículo Envejecimiento y ciclo de vida considera que desde el año 2000 y hasta el 2050 la
población del planeta con edades mayores a los 60 años se duplicará, pasando
del 11 % actual a un 22 %.
Pero hablemos de cifras turísticas, en el caso de la República Dominicana ,
la Asociación
Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), en su
boletín estadístico no. 168 de junio de 2016, muestra que los visitantes
extranjeros de 50 años en adelante ocupan el segundo lugar en visitas al país,
con un total de 739,942 en el 2015 y 886,416 hasta junio de este año, solo
superados por los visitantes de edades entre 21 y 35 años que el 2015 fueron un
total de 926,924 y para junio de este año las entradas al país ascienden a
911,173.
Pero en dicho boletín no se muestran gráficos
destinados al número de habitaciones que cuenta el país para esos visitantes de
la tercera edad, tampoco se obtienen las políticas hoteleras aplicadas al
momento de ubicar las habitaciones de estos importantes consumidores que por su
edad deben estar en las plantas bajas de las instalaciones de hoteles del
mundo.
No se encuentran contabilizados el número de rampas
para personas con sillas de ruedas, las habitaciones para esos individuos con
alguna condición especial y es cada vez menor el número de habitaciones
disponibles para ocupaciones de más de cuatro personas (entre adultos y niños),
en los hoteles del país.
Estos detalles dejan en claro que el sector turismo se hace de la vista gorda frente a los consumidores que, por su condición, representan modificaciones y
mejoras en el formato del servicio.
Equipar una habitación en categoría familiar para seis
personas representa la venta de una habitación menos en el inventario de
cualquier hotel, pero para dicha familia es la posibilidad de disfrutar unas
vacaciones a costos menores. Establecer políticas que obliguen al personal del
hotel a solicitar las edades de los clientes y preguntar si tienen alguna
discapacidad, con el fin de ubicarles en la distancia adecuada de la recepción
y el piso indicado, representa una gestión más larga en la venta de
habitaciones, pero asegura a estos consumidores que su estancia será más
placentera.
La industria hotelera y del turismo en sentido general
debe orientarse a incluir todas las masas, no ha excluir a aquellos que le exigen
mejores infraestructuras y condiciones más flexibles de compra, pues al final
todos necesitamos ese tiempo de ocio, deseamos conocer otras culturas, saborear
las diversas y exquisitas gastronomías del mundo, incluirnos en el mundo
laboral o viajar para mantener nuestra salud. En cualquiera de los casos
entramos en el rango de turistas y sin importar razas, edad o ideologías las
opciones a elegir deben tener la misma calidad para todos.
Corrección: @jcrhenriquez
Corrección: @jcrhenriquez
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